Ya tenemos todo configurado. Entendemos las diferencias entre las distintas posibilidades dentro de la seguridad ofrecida por estándares y aplicadas en Exchange.
Hemos logrado firmar un mensaje digitalmente y asegurarnos que el contenido no fue modificado en tránsito pero… ¿qué pasa si alguien más está husmeando las conexiones?
Acá les pego una porción de una conexión smtp con un mensaje sin cifrar:
Y acá tenemos los resultados de una comunicación estándar entre un servidor Exchange y un servidor de un tercero:
Si juntamos todos los pedazos de conexión obtenemos:
Así es, ese texto lo puede leer cualquiera que se interponga entre nuestro servidor y el servidor de destino. Pero, para todas los problemas tenemos una solucón.
En esta oportunidad, veremos como proteger la confidencialidad de un correo, evitando que cualquiera lo pueda leer, y veremos su resultado.
El primer intento de cifrar un mensaje, puede no ser tan exitoso:
Y justamente se debe a que el usuario de destino no tiene un certificado, por lo tanto no tenemos acceso a sus claves para cifrarlo. Sin mucho más, se le otorga un certificado a ese usuario y con eso se resuelve el inconveniente.
Para esta demo, iniciamos sesión con el usuario Jorge, e intentamos enviar un mail cifrado a Pablo:
También veremos en la pantalla un ícono diferente, pero esta vez azul, informando que el correo está encriptado:
Como medida de seguridad, ese mensaje no es accesible via “Vista previa”, solamente se puede leer al abrirlo:
Y, al abrirlo, nos encontramos con un batallón de íconos y candados:
Al hacer clic sobre el ícono azul, que indica encripción, podemos ver los detalles del certificado, aí como también el nivel de encripción utilizado:
Y ahora, la prueba final. Sniffeando una conexión SMTP enviando un correo encriptado, obtenemos los siguientes resultados:
Cumplimos nuestra meta, ahora el mensaje se transmite de manera tal que no se puede interpretar a simple vista.
Saludos,
Vernocchi Pablo